Por fortuna las desgracias personales, a diferencia de otros sitios, han sido mínimas. No así en cuanto a lo material que ha sido cuantioso, dañando a multitud de viviendas, industrias y comercios, sin contar el mobiliario urbano.
Yo ya no soy ningún chaval, pero gente mucho mayor que yo no recuerda nada parecido.
En La Llacuna se registraron rachas puntuales de hasta 200 Km/hora y en Ódena de 170 Km/hora
Los árboles han sido arrancados de cuajo o rotos, cristales y persianas han reventado y el viento ha penetrado por ellas destrozando todo lo que encontraba.Pocos tejados han quedado intactos y son incontables las antenas tumbadas.
Eolo debía de estar muy, pero que muy enfadado:Este letrero,(con vigas de hierro!)fue humillado y doblegado hasta tocar el suelo.

Este gran árbol no pudo resistir y se partió a ras del suelo, cayendo sobre una cruz

Estos pinos fueron arrancados de raíz uno tras otro como si de un dominó vegetal se tratara

Entre tanto pino caído, algún mobiliario urbano ha quedado intacto, como este banco, que no sufrió daño alguno, pero que cuando llegue el verano ya estará desprovisto de la sombra que recibía.
